sábado, diciembre 20, 2008

Con "I" mayúscula



Hace mucho frío para ser de día, ilumina un sol de plástico, de esos que no calientan y que sólo se asoman para confirmar que seguimos en el mismo mundo que era antes de dormir. Estoy sentado en una banquita, sin respaldo, en medio de una plaza, mientras la música de mis audífonos ensucia el agradable ambiente que hay. A lo lejos, hay niños jugando, siendo vigilados por sus madres que, a ratos, me miran como pidiendo explicaciones.
- Mira ese niñito, se ve super chico y se ha fumado como cuatro. Parece que va para el quinto.
- Si pues, ese es el futuro de Chile, puras personas que viven enchufadas en esas cosas. No les importa nada, ni siquiera ellos.
Ahora, bajo el volumen, está interfiriendo con las respuestas que anhelo conseguir y en eso... alguien se sienta junto a mi, me pide fuego, "Claro". En el trajín de mis bolsillos, el tipo a mi lado saca algo que parece cortopunsante.
-Entrega todo, ese par de señoras nica te van a ayudar.
- Olvídalo, si quieres algo... tengo un poco de plata, pero es todo.
-¿Ah? salió choro. Te dije que me pasarai todo, hasta el celular que se te marca en el bolsillo.
Me puse nervioso, me paro rápidamente y él, solo estiró su mano, deteniéndome:
- Mira culeado, ya te hablé ya, hasta te traté bien. Pásame la huevada por las buenas, o si no...
- ¿O sino qué?- si, fui un imbécil, pero fue un arranque de ira- ¿me vas a matar? hay gente, no seas imbécil. Déjame.

Creo que fue una mala decisión, pero con los nervios no se piensa muy bien, quizás con otras palabras hubiese funcionado. El tema es que, mientras me doy la media vuelta para irme, se para y pone su "Mariposa" en mi cuello.
- Puta el culeado, no entendiste por las buenas.
La historia, mi historia, termina ahí. Éste tipo me cortó el cuello y lo único bueno de todo eso, fue que me mató de una manera clásica. Quizás eso me pasa por hablar tanto, ahora que ya no puedo hacer mucho, me doy cuenta que debería haber corrido cuando pude. Pero no lo hice. Imbécil.